Muchos gatos no tienen la oportunidad de deambular por el exterior para explorar libremente su territorio. Esto puede deberse a que vives en un apartamento o cerca de una carretera peligrosa (este es mi caso). E incluso si pueden ser muy felices en el interior gracias a los árboles para gatos, los escondites, los postes para rascar, los puestos de observación o incluso una gran cantidad de juguetes, el hecho es que la mayoría de los gatos aprecian descubrir el mundo exterior, que se convierte en una fuente inagotable de entretenimiento. Además, no es raro encontrarse con un animal fugitivo. Para remediarlo, ¿por qué no optar por un paseo con correa?
Si aún desea que su gato pueda deambular con seguridad, es posible usar una correa y un arnés. Sin embargo, tenga cuidado de elegir un lugar y un momento propicios para la caminata.
Es recomendable acostumbrar a tu gato a una edad temprana porque le será más fácil acostumbrarse. Si tu gato es adulto, no entres en pánico. Es cierto que el proceso de aprendizaje puede llevar un poco más de tiempo, pero me inclino a decir que "la paciencia y el tiempo son más que la fuerza o la rabia". La Fontaine sale de este cuerpo: D
Aquí hay 5 consejos que podrían ayudarte a acostumbrar a tu amigo peludo al arnés. Si por el contrario, después de haber probado todos estos pequeños trucos, tu gato sigue reacio a llevar arnés, es mejor que lo dejes solo y abandones la idea de pasearlo con correa.
- Acostúmbralo desde pequeño
Siempre es más fácil inculcar los principios de la educación a un gatito que a un gato adulto. De hecho, un gatito está ansioso por aprender y explorar el mundo, por lo que será muy fácil acostumbrarlo a usar el arnés. Sin embargo, nunca es demasiado tarde si quieres que tu gato adulto se acostumbre al arnés. Seguramente será reacio a tener este nuevo accesorio alrededor de su cuerpo, pero con paciencia y con los consejos que siguen, tu gato irá aceptando su arnés poco a poco con el paso de los días.
- Elige un arnés adaptado a la morfología de tu gato
El arnés debe ajustarse a la morfología de tu gato para evitar que logre quitárselo y/o se vea obstaculizado en sus movimientos. Para ello, no dude en medir la circunferencia de su cuello y la circunferencia de su pecho detrás de las patas delanteras. Para saber si el arnés es cómodo y no demasiado flojo, debes poder pasar 2 dedos entre él y tu gato. Una vez puesto, su gato no debe estar restringido en sus movimientos.
- Elogie y acaricie a su gato.
Como primer paso y para que la situación sea percibida positivamente por tu animal, haz que olfatee el objeto mientras lo acaricia. Luego, cuando equipes a tu gato, no dudes en seguir acariciándolo y hablándole. También puede darle su golosina favorita durante este tiempo de observación justo antes de quitarle el arnés. Esto le ayudará a comprender el vínculo entre el objeto y la recompensa y, por lo tanto, lo que esperas de él. Unos pocos minutos al día son suficientes al principio y luego aumentar gradualmente el tiempo de uso. Una vez que tu loulou tolere el arnés, podrás llevarlo afuera.
- Elige un lugar tranquilo
En primer lugar, te aconsejo que lleves a tu gato a un lugar tranquilo y seguro, libre de elementos que puedan resultarle estresantes. Lo que hacíamos en la época en que vivíamos en un piso es que llevábamos a Racùn a pasear por la urbanización vecina, alejada de las vías principales. A menudo, además, era una oportunidad para conocer a otros gatos. Tenga cuidado, sin embargo, con los animales que su gato pueda encontrar en su camino. Los perros o incluso los caballos pueden asustar a tu gato y provocarle pánico. Para el tiempo del viaje, unos minutos son suficientes al principio, luego podrá aumentar el tiempo de espera. Recuerda siempre llevar contigo una mochila porta gato para que tu gato descanse y/o se esconda en ella.
- Sea paciente
Todo llega en el momento justo a quien sabe esperar. En otras palabras, aprender a sujetar la correa puede llevar mucho tiempo. También es posible que tu gato simplemente se siente o no avance porque prefiere olfatear la vegetación. En este caso, no tire de la correa bruscamente y póngase de lado. No olvides que también es su caminar y que tiene derecho a estar cansado, a tomarse el tiempo o incluso a no querer caminar.